domingo, 8 de julio de 2012

HIJOS DE PUTA

Hijo de puta. 

Atendiendo a una de las acepciones de la RAE, es una "mala persona". Aparte se podría indicar cualquier otra, que seguro que más de uno ha pensado en ella, pero no es el tema de debate hoy, por lo cual, dejaremos de lado más de un ser nacido de manera no deseada de una mujer de profesión de bastante antigüedad.

Entonces, atendiendo a dicha afirmación, ¿hay muchos hijos de puta en este país? Pues sí. y como dijo nuestro amigo Jack el Destripador, "vayamos por partes".

Hijo de puta es pues, aquel que después de dos años confiesa abiertamente que estamos en crisis, no haciendo nada anteriormente para evitar la situación, es más, derrochando los ahorros que todo españolito de pie iba realizando en las arcas del Estado con sus impuestos.

Como me veo que más de uno me va a atacar por donde no debe, diré que también es un hijo de puta aquel que sabiendo la crisis que hay, decide de modo unilateral que el sueldo de los funcionarios es alto, y que son ellos los que en este momento deben dar la cara por su país, recortando en un segundo lo que tardó años en conseguir. ¿Esto es ser, o no, un hijo de puta?

Hijo de puta es también aquel que en cierta época vivía muy bien sin haber aprobado oposiciones ni haber estudiado lo más mínimo, sintiéndose superior y echando tufos de los funcionarios por lo "mierdas que eran" mientras el resto de la población se estaba forrando. Esos funcionarios, ese cuerpo de trabajadores tan denostado a día de hoy, pero tan vilipendiado cuando las cosas iban más que bien, ese cuerpo de personas aprobadas bajo dura oposición unos -y, por qué no decirlo, otros bajo dedo por incapacidad de Dios sabe qué-, pero que a día de hoy parecen ser el eje del mal que reside en nuestro país.

Hijo de puta es aquel que ha llevado a la banca a la quiebra, pero más lo es el que ha intentado sacarlo de ella a costa, entre otros muchos esfuerzos, del sueldo más que trabajado y conseguido bajo acuerdos sindicales de poca subida y mucha bajada.

Hijo de puta es el que le han ofrecido un trabajo y ha preferido quedarse en su casa cobrando la prestación de desempleo.

También hijo de puta aquel que ha gastado las ayudas de Europa en trabajadores que lo eran durante tres meses, y luego vivían el resto del año de las firmas de peonadas, riéndose de todos y de todo y viéndose ahora en la más absoluta de las miserias.

Un gran hijo de puta es el que sabiendo que se pueden hacer cosas por este país, como eliminar las Diputaciones, Ayuntamientos de más, o simplemente establecer -como todo trabajador honrado- unos mínimos en las nóminas con un tope salarial máximo de, como mucho, 3000€ (por ejemplo, de diputado), y prefiere votar "en representación del Pueblo" a puerta cerrada con sus colegas de otros partidos que sean otros los que paguen.

Hijo de puta es el que no elimina las duplicidades de los cargos, que los hay, y muchos, pero prefiere jugar con el pan mileurista de quien no puede protestar, porque encima les quitan sueldo de días de huelga.

Hijo de puta es el que en lugar de ayudar a este país pagando más impuestos, decide evadirlos para poder vivir al mismo ritmo que cuando antes de esta crisis.

Otro hijo de puta odioso es el que pudiendo invertir en este país en puestos de trabajo, prefiere llevarlos a otros lugares donde la mano de obra es más barata, obviando el principio de solidaridad con sus hermanos patriotas por no pagar un sueldo digno acorde a los tiempos y a la sociedad que nos han metido con calzador en Europa.

Más hijo de puta es el que después de que una persona haya cotizado "x" años con su trabajo, sudor, paciencia y tesón a la Seguridad Social, se les eche fuera de un tratamiento porque está en el paro.

Hijos de puta como subir el IVA, la luz, el gas, gasóleos y demás productos básicos para ahogar cada vez más a las familias que dificilmente pueden llegar a fin de mes.

Hijos de puta todos aquellos que se han enriquecido innoblemente en sus puestos de trabajo, aceptando sobornos, aumentando sus patrimonios, y viviendo ahora tan felices y en la calle, mientras hay familias que mendigan por una casa y un puesto de trabajo, principios que ampara la Constitución.

Hijos de puta aquellos que han intentado engañar al resto de españoles no cumpliendo con su trabajo, yendo de compras en jornadas de trabajo, riéndose de los demás porque su puesto era intocable.

Ahora se rumorea, cosa que no sé si es cierta, que determinados hijos de puta deciden que igual hay un sector que, aparte de "donar" al préstamo europeo un 3% de su sueldo "extra", se puede quedar sin paga de Navidad. 

Hijos de puta aquellos que por haber trabajado como Presidente o Ministros por un mínimo de años tengan un sueldo vitalicio mientras hay gente que habiendo trabajado durante mucho más se las ve para pagar su hipoteca, esa que vendieron como la panacea y ahora se vuelve contra ellos por no tener un puesto de trabajo.

Ahora me gustaría ver a mí a expresidentes como Aznar o Zapatero, con sus innombrables Ministros con carteras de hasta "Tienda 100" por ser amigos, verlos con un sueldo acorde a las exigencias sociales que requiere nuestra situación actual.

Gracias, hijos de puta, por decidir por mí no poder hacer regalos de Reyes, ni poder comprarme con esa paga LEGÍTIMA -insisto, PAGA, no extra-, cualquier capricho extraordinario que para ellos no es más que un mínimo residuo de su amplio beneficio mensual.

Día a día pasan por mis manos documentos, mails, escritos, Power Points y demás inventos cotidianos acerca de hijos de puta. Y yo, como el 99,99% de los que los reciben, seguimos ignorándolos, y al final el que juega con fuego acabará quemándose. Aquí o hay una revolución social al estilo de la francesa, o mal acabamos.

Todo tiene un límite, y para mí, como para gran parte de los ciudadanos españoles, ha llegado: igual viviríamos mejor sin tanto hijo de puta suelto como este escrito ha demostrado.