sábado, 13 de noviembre de 2010

Hay cosas que con palabras se estropean

Eso dijo una persona, y realmente no le falta razón. Desde hace un tiempo a esta parte me recome la idea de saber para qué realmente se usan los blogs. Y no es fácil saberlo. Lo que sí tengo claro es que hay cosas que con palabras se estropean.

Ver miles de blogs te da la oportunidad de hacer un estudio global. Ver que hay gente que se dedica a publicar partes íntimas, cual diario público, da a entender la necesidad que hay de cariño en este mundo. Ver que una persona puede desperdiciar su tiempo pensando, como es mi caso, que alguien sepa descifrar todo lo que hay entre líneas, cuando realmente hay que buscar entre líneas, es una epopeya.

Los hay, en cambio, que prefieren demostrar al mundo sus conocimientos. Eso sí, si pueden, ayudados por Google. Son esos blogs de tipo guachipeich que te indican cosas que normalmente no buscarías en la vida en internet, pero que te muestran en páginas como meneame y que lees pensando... "¡Joder, cómo no se me habría ocurrido a mí esa entrada tan fantástica!", cuando realmente pasa el tiempo y tu cerebro lo desecha por ser especialmente inútil para tu existencia.

Chateando con la persona que me dio la idea para esta entrada le planteé una serie de incógnitas acerca de un blog que solemos visitar y es de tono erótico-festivo (sobre todo literariamente hablando). Y es que es curioso como la gente, en cuanto cierras un blog poniendo "Más de 18", entran como si su vida estuviera en peligro. El problema es que creen que lo que se escribe puede ser verdad. Yo, a día de hoy, que alguien cuente en público sus andanzas romanceras, como que no me lo creo mucho. Y sobre todo cuando te dice que tiene un hijo y un marido, y dos amantes a los que mantener (o que la mantengan a tono a ella, que todo puede ser).

Mucha gente espera en estos diarios absurdos de la vida sexual y no por ello sesusal, que sus sueños eróticos se hagan realidad. Es como pensar que por ver una película de George Cloony enrollándose con Megan Fox es la puerta real a que eso mismo te puede pasar a ti mañana.

Y ojo, que igual te pasa, pero no serás ni George Cloony ni Megan Fox (aplíquese según zagalería o sexo).

Mucha gente piensa y siente que escribir un blog es reflejar sentimientos. Todos los tenemos y siempre habrá alguien que se sienta identificado con ellas.  Los sentimientos son como las palabras de un nuevo idioma: mientras no haya alguien que hable tu mismo idioma, no será comprensible. Cuando se escribe uno plasma SUS sentimientos, pero la gente lo quiere interpretar como suyos. Y no siempre es así.

De ahí el peligro de blogs como este... ¿acaso alguien sabe las intenciones que tengo al hacer las entradas? ¿Se es tan superficial como para pensar que se puede descrifrar el verdadero motivo de una entrada?

La realidad es una, y es que hay cosas que con palabras se estropean. Y hay sentimientos que no los pueden describir las palabras. Aunque no hay que dejar de pensar que a veces las palabras son sentimientos que nos gustaría tener y se plasman, lo cual no es del todo real.

PD: gracias Camomila. Habrá una segunda parte seguro.