miércoles, 24 de noviembre de 2010

La noche, fiel confidente

Cada vez tengo menos costumbre de algo que solía hacer no hace mucho: mientras leía noticias o charlaba con amigos en el ordenador miraba a través de mi ventana. Era algo realmente agradable, placentero, relajante. Sentado en mi butaca, con un cigarrillo en la mano y la ventana entreabierta,  apenas apreciaba ningún sonido exterior: todo se paralizaba, se quedaba tan en trance como yo. No eran horas para ruidos.

Tengo suerte con las vistas que me proporciona mi casa: mucha oscuridad, luces al fondo, y un cielo que cuando no está nublado permite ver la noche en todo su esplendor. Una luna brillante hacía que mis pensamientos fueran para otro lugar, y cuando no había luna, no había pensamientos, pero sí la tranquilidad que noche a noche obtenía de manera fácil y gratuita.

En esas horas donde el resto de los mortales suele estar descansando, o viendo la televisión, yo tecleaba, y miraba, y pensaba... jornada a jornada... y era tan grande lo que pensaba como la noche que lo envolvía. La noche pronto pasó a convertirse en una gran amiga, aquella que podía leer mis todo lo que estaba en mi cabeza sin apenas esfuerzo, porque siempre estaba ahí, como yo para ella. Un amor imposible...

Reconozco que los mejores momentos de mi vida los he pasado con la noche como testigo mudo de gran parte de ella. Me considero ser nocturno venido a menos, algo que podría definirme como "rara avis in terris", porque si algo te gusta tanto, ¿por qué renunciar a ello? Hay circunstacias que nos llevan a eso, a veces queriendo, a veces sin querer. Pero dentro de mis posibilidades intento aislarme cada vez que puedo del mundo sumergiéndome en sus brazos.

La noche siempre ha sido mi gran aliada. Nunca me ha fallado y nunca le fallaré. Sé que aunque nunca juntos siempre nos encontraremos en algún punto, en algún momento, antes o después, porque cuanto más grande era, más pequeño me sentía. Cuanto más crecía yo, más pequeña se veía. Insisto en que hay amores imposibles...

Por cierto, no os lo he comentado, mi nombre es Día.